Menorca en un plato

Conocidos por sus ricas cosechas de queso, vinos y carnes, los informes recientes muestran que solo un pequeño porcentaje de los productos locales es consumido por la gente de la isla. El Fondo de Preservación de Menorca explica cómo podemos impulsar los productos locales y reducir nuestra huella de carbono al mismo tiempo.

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Tras llevar a cabo recientemente un estudio sobre las tendencias alimentarias de los residentes de Menorca, el consejo local ha revelado algunos resultados verdaderamente reveladores con respecto a la forma en que se consumen los productos locales. Una de las principales estadísticas destacadas en el informe de la Estrategia Alimentaria 2018-2021 fue la de las 77,000 toneladas de alimentos consumidos en la isla, solo el 19.4% es local y el resto se importa. Esa es una cifra increíblemente baja teniendo en cuenta que Menorca produce 27.920 toneladas de alimentos cada año, por lo que lleva a la pregunta: ¿por qué la gente de Menorca no está comiendo más de los alimentos que produce?

Bueno, el estudio también reveló que solo el 58% del total de alimentos producidos se consume en la isla porque el 42% restante es principalmente la exportación de sus productos lácteos. Menorca tiene fuertes lazos con la industria ganadera, por lo que las granjas de carne y lácteos ocupan la mayor parte de las tierras de cultivo de Menorca, dejando solo aproximadamente el 5% para la producción de frutas y verduras.

Por lo tanto, es fácil entender por qué este déficit en el consumo de productos locales ha surgido en los últimos años: simplemente no se producen suficientes alimentos para satisfacer las demandas de los residentes de la isla.

Sin embargo, las actitudes cambiantes y las tendencias alimentarias también han contribuido a esta disminución en el consumo local de alimentos. Dado que la mayoría de las personas se han acostumbrado a comprar y comer frutas y verduras durante todo el año, independientemente de la temporada, significa que ciertos productos como plátanos, kiwis, etc. tienen que importarse.

Y esto no es solo en Menorca. La gente ha perdido el contacto con el ciclo natural del cultivo de frutas y verduras, que no solo es perjudicial para los productores locales sino también para el planeta. Se estimó que se generaron alrededor de 6.316 toneladas de emisiones de carbono a partir del consumo de productos importados a Menorca en el último año, en comparación con solo 416 toneladas emitidas por el consumo local de productos.

Otro aspecto importante que surgió de los estudios es la actitud hacia el desperdicio. Vivimos en una cultura de usar y tirar donde consumimos en exceso y, como resultado, el 15% de toda la comida en Menorca termina en la papelera. De hecho, cuando esto se desglosa en los diferentes sectores, el desperdicio doméstico es el mayor culpable, con el 41% de los alimentos que se tiran cada año.

Está claro que nuestros hábitos alimentarios juegan un papel muy importante en la forma en que los alimentos se producen, consumen y tratan a nivel local y global. La voz del consumidor tiene el poder de mejorar la industria alimentaria.

Al exigir alimentos cultivados localmente e, idealmente, orgánicos, el público puede afectar directamente la calidad no solo de los alimentos que comen, sino también de la tierra y el suelo en los que se cultiva y, lo que es más importante, crear un ambiente más justo y más ciclo alimentario sostenible en todo el mundo.

Para obtener un catálogo de productores y productos locales disponibles en la isla, visite www.agroxerxa.menorca.es