Ser una Reserva de Biosfera
Mondo Magazine Menorca | Junio – Julio
Salvaje de corazón
Con una increíble oferta de vida en la tierra, el aire y el agua, la Fundación para la Preservación de Menorca (FPM) explica más sobre lo que significa ser una Reserva de la Biosfera UNESCO y como protegerla.
Conocida desde hace mucho tiempo por turistas y lugareños como la isla "salvaje" de las Baleares, el abanico de plantas, animales, peces, bosques y humedales indígenas de Menorca suponen los principales ecosistemas de interés científico y natural. De hecho, como una de las islas más diversas y únicas de todos los ecosistemas del Mediterráneo, se han registrado en Menorca unas 220 especies de aves y 1000 especies de plantas (60 siendo endémicas).
En el corazón de la reserva se encuentra el Parque Natural de l'Albufera d’Es Grau, pero la isla también cuenta con otras cinco Reservas naturales, dos reservas marinas y diecinueve zonas ANEI (Áreas naturales de especial interés).
Para proteger no solo los hábitats naturales que existen, sino también el extenso patrimonio arqueológico de la isla, en 1993 Menorca fue declarada oficialmente Reserva de la Biosfera por la UNESCO.
Esta decisión significa que la flora y la fauna, así como los barrancos, cuevas, humedales, playas y sistemas de dunas e islotes, se monitorean bajo el programa de sostenibilidad del Consell Insular de Menorca, de modo que las futuras generaciones de residentes y visitantes puedan seguir disfrutando de estos recursos naturales y el precioso campo.
Igualmente, esta etiqueta ayuda a proteger aún más los sitios de interés cultural e histórico. Como Reserva de la Biosfera, se considera de igual importancia fomentar un concepto más sólido del desarrollo sostenible del paisaje. Esto significa que la actividad humana se desarrolla de manera responsable junto con la conservación vital de los recursos naturales.
Para ayudar con esto, se estableció el Consorci de Residus Urbans I Energia. El Consorcio promueve la gestión, la investigación y la educación de la conservación de los ecosistemas, así como apoyar el uso sostenible y el desarrollo de los recursos naturales en los ámbitos de agricultura, agua y saneamiento, energía, transporte, comunidades locales, turismo y gestión de desechos.
Por ejemplo, hasta 1994, cada región tenía su propiovertedero de residuos donde enterraban y/o quemaban los desechos. Esto no solo resultaba en recursos desperdiciados, sino también en importantes daños al medio ambiente. Hoy en día, la isla cuenta con un modelo mejorado de gestión de residuos con principios ambientales avanzados.
Sin embargo, todavía hay mucho por hacer, ya que en la actualidad, solo el 38% de los residuos urbanos se separan en el hogar y solo el 25% de los plásticos se reciclan. La prevención de la generación de residuos y su reutilización se ha convertido en una de las prioridades en la lucha contra el cambio climático. Los objetivos establecidos por la Unión Europea son, entre otros, alcanzar tasas de recuperación de residuos domésticos del 50% para 2020 y reciclar el 65% de los residuos urbanos para 2035.
Con este principio, y dentro de su compromiso con el desarrollo sostenible, el Consorcio de Menorca trabaja en varias líneas de acción para la reducción de residuos, que van desde el proyecto de reforma de la Planta de Milà y la optimización del tratamiento de residuos, hasta la gestión e implementación de campañas de sensibilización pública.
Aquí es donde entra la FPM. Que tiene como objetivo apoyar iniciativas locales que trabajan dentro de este sector, o los grupos locales en los que hay la necesidad de una mayor conciencia comunitaria. Juntos, desarrollamos campañas que resaltan los problemas y oportunidades asociadas con una estrategia de gestión sostenible de residuos para la isla.
Uno de nuestros proyectos más recientes ha sido apoyar al consorcio para promover el compostaje. Todos sabemos lo frustrante que es ver la cantidad de desecho orgánico que se produce al cocinar o cultivar, por lo que el compostaje no solo es la solución perfecta, sino que también es vital para nuestro futuro.
Según el Consorcio, los residuos generados diariamente en el hogar contienen un 40% de materia orgánica. A través de un dispositivo de compostaje que puede instalarse en un jardín o terraza, esta materia orgánica se puede compostar de forma natural al transformarla en fertilizante (humus), un repelente de enfermedades naturales para plantas, huertos o jardines. Además, contribuye a la reducción de los desechos y reduce el uso de fertilizantes químicos tóxicos.
Se ha calculado que con un dispositivo de compostaje cada habitante podría reducir sus desperdicios en 90kg, lo que a su vez, significa un importante ahorro económico en la gestión de desechos y la reducción de su huella de carbono.
A través de esta serie de talleres gratuitos, le mostramos cómo puede procesar los desechos del hogar con mínimo esfuerzo, dinero y olor.
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Para obtener más información sobre el compostaje, la gestión de residuos u como puede involucrarse o apoyar otros proyectos medioambientales en su área local, por favor visite www.menorcapreservationfund.org