Diferentes entidades suman fuerzas para mejorar el estado de conservación de las bahías someras

La iniciativa, liderada por el OBSAM-IME, está en marcha en Maó, Fornells y Addaia y cuenta con la colaboración de la Fundación Marilles y Menorca Preservation

Dos de sus objetivos son divulgar la importancia de estos hábitats y conseguir que las instituciones actúen para conservarlos

Sara D'Eustacchio y Núria Sintes (Menorca Preservation), Aniol Esteban (Marilles), Eva Marsinyach y Aina Blanco-Magadán (OBSAM-IME) and Emma Cebrián (CEAB-CSIC). Créditos: Philip North-Coombes.

Contribuir a la mejora del estado de conservación de las bahías poco profundas de Menorca. Este es el objetivo principal del proyecto “Conservación y restauración de bahías someras” que han presentado hoy el Observatorio Socioambiental de Menorca (OBSAM-IME), la Fundación Marilles, Menorca Preservation y el CEAB-CSIC durante un acto llevado a cabo en Cala Teulera (Maó). Además de definir cuál es el estado actual de estas bahías y de promover planes de conservación y restauración, dos de sus grandes objetivos son concienciar a la población sobre la importancia ecológica de estos hábitats y conseguir que las administraciones se impliquen en su conservación.

Las bahías estudiadas hasta el momento han sido Addaia, Fornells y Maó, pero no se descarta poder trabajar con otras bahías en un futuro.

Aina Blanco-Magadán y Eva Marsinyach, investigadoras del OBSAM-IME, en Cala Teulera. Créditos: Philip North-Coombes.

Acciones que se han llevado a cabo

Esta es la segunda fase de un proyecto más amplio que se puso en marcha en 2022. Durante este tiempo, el OBSAM se ha encargado de definir el estado de conservación de estas bahías y de diseñar un programa para su recuperación. También ha llevado a cabo pruebas de restauración activa de Gongolaria barbata, una especie de algas del género Cystoseira s.l., en cala Rata y en Addaia y, paralelamente, se ha reforzado la población restaurada en años anteriores de Cala Teulera. El proyecto cuenta con el asesoramiento científico de Emma Cebrian y de Enric Ballesteros del CEAB-CSIC, sobre todo, para las acciones científico-técnicas a desarrollar.

Concretamente, se han redactado los Planes de Conservación y Restauración de la bahía de Addaia y la de Fornells. En cuanto a la bahía de Maó, se ha llevado a cabo su diagnosis inicial y está en fase de redacción de medidas de gestión. También se han actualizado los datos sobre la población de la ostra perlera invasora (Pinctada radiata) en las tres bahías. Asimismo, parte del proyecto y la experiencia han servido para nutrir el estudio de capacidad de carga ecológica de la bahía de Fornells encargado al IME por parte del Gobierno de las Islas Baleares en 2023. Además, se han instalado sensores de temperatura en las zonas de restauración de las tres bahías.

Próximos pasos: validar los planes y divulgarlos a través de la campaña “Sumérgete en las bahías”

El siguiente paso que se llevará a cabo será validar los Planes de Conservación y Restauración con personal de la administración y la ciudadanía. Por eso la previsión es organizar talleres y coloquios para dar a conocer los planes y poder recoger la opinión de las personas vinculadas a estos espacios sobre nuevas medidas y validar o no las propuestas.

En esta misma dirección, Menorca Preservation y la Fundación Marilles, con el apoyo técnico del IME-OBSAM, han creado la campaña de comunicación "Sumérgete en las bahías", con el objetivo de acercar la riqueza de estos entornos marinos en la población. La campaña se lanzará en las próximas semanas a través de sus redes sociales y se centrará en divulgar los aspectos más curiosos e interesantes de estos increíbles hábitats marinos. Qué es una bahía soma, por qué es tan importante conservar estos entornos o cuáles son las especies que las habitan son algunas de las preguntas a las cuales se dará respuesta a través de esta campaña, que durará hasta finales de octubre.

Cala Teulera. Créditos: Philip North-Coombes.

Un espacio degradado

Las bahías someras de Menorca albergan una gran cantidad de hábitats y especies singulares. No obstante, muchas presiones como la mala calidad del agua, el impacto de la navegación o la urbanización del litoral suponen una grave amenaza para ellas. Es por eso por lo que durante las últimas décadas se han degradado considerablemente. La superficie de plantas marinas como la Posidonia o la Cymodocea; algas de gran valor ecológico como la Cystoseira, y especies emblemáticas como los caballitos de mar han disminuido significativamente en sus aguas.

Cada una de las bahías presenta diferentes niveles de degradación pero también esconden singularidades naturales especiales.

Addaia

Es una bahía dibujada por dos cuencas largas y estrechas haciendo una superficie total de 89 ha, donde encontramos pequeños-grandes tesoros como el espectacular escollo barrera de posidonia de s’Estany, un ejemplo a nivel Mediterráneo. O, en la parte más interna de la cuenca de levante, donde sucede la transición tierra-mar, las salinas de Addaia forman un espacio único para la fauna y flora acuática. Estos tesoros, entre otros, son los que hicieron que este espacio formara parte del Parque Natural de s’Albufera des Grau. Aun así, la diagnosis del Plan nos señala que la bahía presenta un estado de conservación desfavorable.

Fornells

Es la bahía más grande de Menorca con una cuenca de 409 ha. En ella, podemos encontrar la única población natural del estado español de Gongolaria barbata, una especie de alga que tan solo necesita un caparazón de caracol o un pequeño sustrato duro para sujetarse y poderse desarrollar. Fornells es, de las tres, la bahía donde se practican más variedad de actividades deportivas y de ocio, algunas plenamente compatibles con la conservación de la bahía y otras que ejercen presiones más intensas, contribuyendo al deterioro de los hábitats marinos.

Maó

La bahía del Puerto de Maó tiene una cuenca de 324 ha. De ella, destaca la vertiente histórica, puesto que nos evoca a un pasado marcado por la importancia de este puerto en el desarrollo de Menorca. Esta gran actividad humana del pasado y, en mayor parte, de la actualidad, hace que definir medidas de conservación y restauración sea un verdadero reto. Mantener el nivel de actividad humana y mejorar el estado de conservación de los espacios naturales que todavía quedan será un trabajo de todos.