Observados dos ejemplares de pez pipa en el puerto de Maó

La detección de esta especie vulnerable confirma la importancia ecológica y la necesidad de conservar los hábitats marinos del puerto de Maó

©Alba Piris

Este mes de agosto, el equipo científico del proyecto de seguimiento de las bahías someras de Menorca ha observado dos ejemplares de pez pipa (Syngnathus abaster) en la costa norte del puerto de Maó. Se trata de una especie protegida y muy sensible a los impactos sobre el medio, lo que convierte su presencia en un indicador de la importancia ecológica que aún conserva el puerto.

La observación ha sido registrada también en la plataforma Observadores del Mar y se ha podido documentar con imágenes. El primer ejemplar fue localizado por Alba Piris, una alumna en prácticas de la Universidad Autónoma de Barcelona que colabora con el equipo este verano.

El pez pipa

El pez pipa es un pez signátido de pequeño tamaño, de la familia de los caballitos de mar. Tiene el cuerpo recubierto de placas y el rostro tubular, y habita en zonas poco profundas con vegetación marina como las praderas de Zostera o Ruppia. En las Islas Baleares se considera una especie vulnerable, ya que sufre especialmente la destrucción y alteración de los hábitats costeros, la contaminación y la turbidez del agua, así como la desaparición de las praderas de fanerógamas marinas, que son su refugio natural. En Menorca, las observaciones son escasas y poco conocidas, especialmente en el puerto de Maó, donde todavía no se han podido establecer estudios poblacionales.

Proyecto “Conservación y restauración de las bahías someras de Addaia, Fornells y puerto de Maó”

El proyecto de conservación y restauración de las bahías someras es fruto de la colaboración entre el Institut Menorquí d’Estudis (IME), el Observatori Socioambiental de Menorca (OBSAM), la Agencia Menorca Reserva de Biosfera (AMRB), la Fundación Menorca Preservation (MeP) y la Fundación Marilles. Su objetivo es conocer el estado ecológico de los ecosistemas litorales de la isla, ponerlos en valor y proponer medidas de gestión para mejorar su estado de conservación.

Desde las entidades implicadas se destaca que hallazgos como este ponen de manifiesto la necesidad de seguir estudiando y preservando los valores naturales de la bahía de Maó, un entorno con muchos impactos provocados por la presión humana, pero que aún mantiene una biodiversidad de especial interés.

Bahías someras: Un espacio degradado

Las bahías someras de Menorca albergan una gran cantidad de hábitats y especies singulares. Sin embargo, muchas presiones como la mala calidad del agua, el impacto de la navegación o la urbanización del litoral suponen una grave amenaza para ellas. Por ello, durante las últimas décadas se han degradado considerablemente. La superficie de plantas marinas como la Posidonia o la Cymodocea; algas de gran valor ecológico, como la Cystoseira; y especies emblemáticas como los caballitos de mar han disminuido significativamente en sus aguas.

La bahía del Puerto de Maó tiene una cuenca de 324 ha y destaca también por su vertiente histórica, ya que nos evoca un pasado marcado por la importancia de este puerto en el desarrollo de Menorca. Esta intensa actividad humana del pasado y, en gran parte, de la actualidad, ha hecho que definir medidas de conservación y restauración sea un verdadero reto. Mantener el nivel de actividad humana y mejorar el estado de conservación de los espacios naturales que aún quedan será una tarea de todos y todas.